CRONICA DE JOSE
Estábamos por mediados de diciembre del año pasado y hacía ya 8 meses desde que había corrido el Maratón Mapoma de Madrid sufriendo muchísimo en los últimos 9 kilómetros.
Aunque cuando termino un maratón siempre digo que es el último, en ese momento de diciembre 2022 pensé que una retirada debe ser después de un maratón que te haya salido bien, que hayas terminado contento y no después de uno que te haya quedado esa sensación de sufrimiento. Y si había que correr otro maratón donde mejor hacerlo que en Valencia.
El 14 de agosto era el día señalado para empezar los entrenamientos. Cuando te apuntas a Valencia te dan la posibilidad de recibir gratuitamente planes de entrenamiento elaborados por José Garay, entrenador de atletas profesionales y amateurs del club Cárnicas Serrano de Valencia. Me apunté al plan de 3:45 y recibiría vía mail semanalmente el plan de cada semana.
Además, en YouTube he visto muchos videos de José Garay con consejos sobre entrenamiento, nutrición, estrategia de carrera, etc. de los que he aprendido mucho.
Siempre he oído la famosa frase que hay que aprender a correr despacio para correr deprisa, pero me costaba acostumbrarme a hacer rodajes a 5:45/5:40 cuando yo quería correr el maratón a 5:20, sentía que iba muy despacio. Con el tiempo aprendí la lección que en esas tiradas a esos ritmos lentos
acostumbras al cuerpo a tirar de grasas y poco a poco mi sensación fue que cuando tenía entrenos más rápidos los hacía con más eficiencia, con menor esfuerzo.
Por suerte, pude realizar las 16 semanas de entrenamiento sin ninguna lesión.
Hubo dos entrenamientos que me dieron mucha moral y por los que pensaba que estaba en el camino correcto: la tirada más larga que hice de 33 kms con muy buenas sensaciones y donde al día siguiente me encontraba fenomenal y un día de series que me tocaban 10 series de 1000 que no había hecho nunca y que terminé muy entero.
Llegó la semana de la Maratón y empecé a estar tenso, dormía peor, tenía nervios y daba muchas vueltas a la cabeza sobre la estrategia de carrera. No sabia si salir muy conservador a 5:30 o ir unos segundos más rápido, cerca del 5:20 pero dudaba si lo acabaría pagando. Entre pensamiento y pensamiento llegó por fin el sábado, día de viaje.
El viaje a Valencia en un AVE lleno de corredores y el ambiente en la feria del corredor son espectaculares, se nota como cuidan hasta el mínimo detalle.
Estaba en un hotel con mi mujer en las afueras de Valencia, pero había un autobús de la organización que te llevaba a la salida y posteriormente te devolvía al hotel al final de la carrera.
Aunque mi mejor marca era 3:51:15 me apunté en el cajón de salida de 3:12 a 3:24 lo que creía que me iba a garantizar correr con menos multitud dado que la mayoría del cajón enseguida me dejarían atrás.
Creo que fue un total acierto hacer esto porque casi estás en la media maratón cuando te alcanzan los del globo de 3:30.
Juanlu me dijo que había entrenado bien, sin lesiones y que me lo creyese y decidí hacerle caso y salir sobre 5:25 lo que, de aguantar ritmo, me garantizaba ya MMP.
Yo veía a mucha gente que en las manos llevaba apuntado con boli los tiempos de paso que querían hacer, yo lo iba calculando mentalmente como iba, como si fuera una calculadora mental.
Llevaba en mi mente a cuánto tenía que pasar cada km o cada 2 kms para ir a 5:30 y a partir de ahí los segundos que pasaba mejorando ese tiempo los dividía en mi mente entre el número de kms que llevábamos y me daba el número de segundos de ritmo promedio que iba por debajo de 5:30. Con este sistema (sin poder ser exacto) me estaba dando una referencia sobre que iba a un ritmo constante sobre 5:22 aunque nunca pensé que iba clavando tanto los tiempos.
Este sistema de cálculo mental constante consiguió que fuera super concentrado lo que hizo que la maratón no se me hiciera largo mentalmente dado que mi único pensamiento era para los cálculos mentales.
Iba tan concentrado que me ocurrió una cosa muy rara y es que solo soy consciente de haber pasado por Mestalla y por al lado de la playa de la Malvarrosa. Aún hoy no soy consciente de haber pasado o reconocido ningún otro lugar de Valencia.
Intenté ser siempre muy positivo en carrera, incluso en momentos como en el km 15 donde empecé a tener molestias en los isquios de la pierna izquierda lo que me daba la señal de que podía ir igual de ritmo pero no debía ir más deprisa.
Mi sistema de ser positivo se basaba en pensar mentalmente que la gente de Correr en Getafe y los Club Atletismo Villamayor que me estaban siguiendo por la app me imaginaba mensajes de wasaps suyos relativos a “que bien vas Jose”, “hoy te vas a salir”, “vas a bajar mucho tu MMP” “vas a estar sobre 3:45” y pensar eso, imaginarme ese aliento también me daba alas.
Sobre el km 33 ya se notaba mucho el dolor en los cuádriceps, pero ahí pensé, hasta aquí, hasta el km 33 ya lo he entrenado, ahora toca sufrir 9 kms. Ese sufrimiento fue solo por los cuádriceps, porque veía que de cintura para arriba iba muy bien.
Me asustaba un poco el tema del muro, pero cuando llegué al 35 y no tenía síntomas de muro pensé que ese día no me había citado con él. Creo mucha culpa de ello la tuvo la gestión de los ritmos de carrera y la alimentación (sales 226ers en los kms 10, 20 y 30 y geles enervit en los kms 15 sin cafeína, 25 con cafeína, 34 sin cafeína y 38 con cafeína tuvieron mucho que ver.
Tomar un último gel en el km 38 parece que ya no te va a servir de nada por la distancia que queda, pero esa cafeína me dio un último impulso y terminé la maratón apretando.
Mi calculadora mental me decía que iba a estar sobre 3:46:00 y decidí dejarme ya lo poco o nada que llevaba dentro y empecé a esprintar desde la entrada en la alfombra para bajar de 3:46 y acercarme todo lo posible a 3:45 para finalmente parar el crono en 3:45:20 rebajando mi marca personal en 5 minutos y 55 segundos. Hice la primera media en 1:53:03 y la segunda en 1:52:17.
El maratón también puede ser muy cruel, recuerdo a un corredor llorando que se había roto muscularmente a 300 metros de meta, y había dos voluntarios que le cogieron y le querían llevar para que cruzase la meta y el pobre no pudo dar ni dos pasos y se tuvo que retirar.
El recorrido de Valencia me parece único para intentar hacer marca. Salió un día fresquito, ideal para correr. Y el ambiente en carrera fue espectacular, con las batucadas y donde había tramos donde había tanta gente que la zona para pasar se estrechaba y eso parecía cuando ves por la tele la subida al alpe d’uez.
Este ha sido mi último maratón. Creo que hay que saber cuándo dejarlo, el cuerpo es sabio y hay que saber interpretar las señales que te manda. Pero no me retiro del maratón con pena, sino todo lo contrario. Nunca hubiera podido imaginar tener un final más alegre que este.
Ahora me dedicaré a hacer más tranquilamente carreras de 10k o media maratón.
P.D.- Vamos Conchiiiiiii, el domingo en Málaga sub 3:45 seguro!!!.